viernes, 13 de junio de 2014

Spaghettis para Silvia XV.

XV

 

 

-Joder, que mareo tengo- Sam acababa de despertar y estaba con demasiada resaca, yo estaba habituado ya- ¿qué hicimos ayer?

-Samu, fue el concierto, luego cenamos todos junto con las crías del concierto y luego bebimos.

-¿En que momento bebimos tanto?

-Cuando las rockeras te retaron para ver quién bebía más, te salía la vena de macho dominante ante ellas y aceptaste.



     
Estaba acostumbrado a cuidar de Sam cuando estaba borracho,  bueno, precisamente no era cuidar, sino que, él siempre obedece lo que le digo cuando va mal, es como un esclavo.

Sam estaba tirado en el sofá grande, Lee estaba tirado en la bañera del baño, también mal. Por otro lado las chicas habían ocupado la habitación de invitados y la mía.
Yo había dormido en un sofá pequeño unas dos o tres horas, y me encontraba en perfecto estado, tanto, que empecé a preparar el desayuno.

Ariadna era la primera en levantarse y se sentó en la mesa, iba muy mareada, así que le di el desayuno para que mejorase.


-Perdón por ocuparte las habitaciones- decía ella con mucho esfuerzo.

-No es nada, ¿qué clase de anfitrión sería si no os dejase?

-Eres el mejor sin dudas. Una pregunta, ¿cómo no estás mal si fuiste el que más bebió?

-Se necesita algo más para tumbarme.

-Que competitivos sois Samuel y tú, él para impresionar a las chicas y tú, alcoholimo puro.

-Nuestra vida siempre lo ha sido.

-¿No es un poco denigrante que haya un japonés durmiendo en la bañera?, me da cosa ir al baño.

-En seguida te lo saco de ahí y lo amontono con Sam en el sofá.


La siguiente en despertar fue Silvia, recordando que era Navidad y que quería su regalo, siempre tan exigente.
Marlen, Pato y Esvet, aún dormían, Silvia desayunaba con Ari y Lee dejó de estar en el baño para estar sobre Sam en el sofá grande, les puse unos adornos navideños para que no pareciese tan fea la estampa.


-Quiero mi maldito regalo.

-Silvia cálmate- que largo se me iba a hacer este día.

-Salem.

-Dime Ari.

-Ahora en serio, ¿qué vamos a hacer con el pavo? ¿Le ponemos una correa y nos vamos a pasear con él o lo cocinamos?

-Hostia el pavo, ¿dónde está Salem Junior?

-Antes estaba en el baño con el japońes, creo que ahora está torturando a tu perro psicológicamente.

-Joder, ¿y mi perro?

-Salem, tío, abandonas a tu pavo y a tu perro, mal dueño. Tu perro está debajo de la cama de tu habitación, el pavo le estaba acosando.

-Que duro es la vida con vosotros, sobretodo con Silvia y sus exigencias.

-Cállate, que me adoras- a veces Silvia solía tener mucha razón.