jueves, 10 de abril de 2014

Spaguettis para Silvia IV.

IV


La semana pasaba a gran velocidad, quizás por lo bien que iba.
Estaba continuamente cómo si estuviese escuchan o música en el lugar más tranquilo del mundo, que con una brisa que hacia la sensación de volar algo más real.
Estaba soñando, no el sentido metafórico, soñaba literalmente, me había despertado repentinamente.


-¡Vamos pedazo vago!- gritaba Marlén por el telefonillo.

-Ya bajo, dame media hora- le decía medio dormido.


Había soñado otra vez con aquel lugar, no le hablaba a nadie de ese sueño y era la tercera vez que ese lugar tan tranquilo se colaba en mis sueños.
Quince minutos después de que Marlén me echase la bronca, estaba abajo tan fresco como si hubiese despertado hace horas.

Ella y yo nos dirigimos a hacer una pequeña encuesta, así que nos pasaríamos toda la mañana haciendo preguntas a gente aleatoria.


-Siempre despertando tarde- me recriminaba Marlén.

-Se nota que sin mí, te perderías por los pasillos del metro.

-Algo bueno debías de tener, que seas un gps andante te salva de mi ira.

-Me encanta el cariño que me tienes. Bueno, ¿nos separamos para hacer las preguntas?

-Vale, ¿teníamos que preguntar sobre hacer un concierto en un pub y si asistirían verdad?

-Buena chica, una galleta para ti.

-Tengo un bolígrafo fácil de clavar. Entonces la propuesta es cervezas y música.

-Me gusta- le decía- reservaren asiento.

-¡Si lo organizas tú cabezón!- gozaba haciéndola rabiar- Te odio, pero te sigo teniendo cariño.

-Siempre quise una hermana pequeña cómo tú.

-Soy unos meses mayor- intentaba corregir ella.

-Sigues siendo la hermana pequeña que nunca tuve. Por cierto, ya que se te da bien el inglés, pregunta a los turistas.

-Aprovechado- me decía ella mientras me empujaba y se reía.

Después de varios días buenos, decidí poner mi idea a juicio, a ver si seguía encadenando suerte.
La verdad, eran días en los que haga lo que haga, saldrá bien.

-Salem, ¿sacamos ya cálculos?- me preguntaba Marlén mientras aparecía por mi espalda.

-A ver, dime como vamos.

-Pues a ver, el veinte por cierto dice que depende de la música, el ochenta restante dice que parece buen plan para una noche de sábado.

-Perfecto, iré planeando las cosas.

-¿Tienes grupo y esas cosas?

-Sí, tengo a alguien que lo hará encantado.


Tras acabar la encuesta, seguimos el paseo con la idea de ir a comer fideos tailandeses.
Mientras contábamos anécdotas. alguien se me acercó por detrás.


-Mañana es viernes, no te olvides de que voy a comer contigo- al decirme eso, la pequeña Silvia se subió a un bus y desapareció.


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